Módulo 4.
Prácticas del Karunā
Ejercicios para fortalecer relaciones
Los seres humanos somos seres sociales, nos rodeamos de aquellos que iluminan y alegran nuestras vidas. Aun así, es común enfrentar dificultades en nuestras relaciones cercanas, ya sea con nuestra pareja, amigos, jefe, hermanos o padres. ¿Y cuál suele ser nuestra respuesta más frecuente? Quejarnos. Nos quejamos de los errores que percibimos en ellos, de sus actitudes, de sus debilidades, sin comprender que la queja solo debilita nuestros lazos.
No debemos olvidar, que el origen de nuestros sentimientos negativos hacia alguien está en nuestro corazón y no en la otra persona. O sea, que los sentimientos tienen su origen en nuestro interior y es por eso que somos nosotros los responsables de manejar creencias, ideas y malos pensamientos hacia los demás. Aquí podríamos hablar largo y tendido sobre la Ley del Espejo, que sugiere que lo que vemos en los demás suele ser un reflejo de nuestro propio estado interno. Cuando nos encontramos constantemente quejándonos de los demás, esto podría reflejar aspectos de insatisfacción, frustración o negatividad dentro de nosotros mismos.
La queja hacia los demás a menudo se relaciona con una falta de gratitud. Cuando nos enfocamos en lo que está mal en lugar de apreciar lo que está bien, es probable que veamos más aspectos negativos en los demás. Esta perspectiva puede reforzar la dinámica negativa, ya que nuestra atención está centrada en lo que no nos gusta o nos molesta.
Piensa en la persona con quien desearías tener una mejor relación y escribe 3 cosas que agradezcas de esa persona. Dirige tus agradecimientos hacia esa persona. Escribe “Gracias [*nombre*] porque ….” No se lo tienes que decir en persona si no quieres, con tan sólo escribirlo comienzas automáticamente a cambiar la energía en la relación.
Ejercicio vibración de gratitud para tu salud
Nuestra manera de hablarnos a nosotros mismos tiene un impacto poderoso en cómo percibimos el mundo y en nuestro estado emocional. Cuando adoptamos una voz interna llena de positividad y nos dirigimos con amabilidad y gratitud, empezamos a sembrar una actitud más luminosa y optimista. Este enfoque no solo influye en nuestra mentalidad, sino que puede aliviar el estrés, fortalecer nuestras defensas y mejorar nuestro bienestar general.
Es fascinante cómo nuestro cuerpo, esencialmente energía en forma de átomos, responde a cada pensamiento, palabra y emoción que generamos. La vibración que emitimos, alta o baja, está en sintonía con cómo nos tratamos internamente. ¿Te has detenido a pensar cómo te comunicas contigo mismo? ¿Cómo ves y sientes tu cuerpo? ¿Lo amas en cada paso?
La ley de la atracción plantea una conexión profunda entre nuestras emociones y lo que atraemos. Al enfocarnos en la gratitud y la abundancia, en lugar de la carencia o enfermedad, podríamos estar emitiendo una energía que atraiga más salud y bienestar hacia nuestra vida. Este ciclo de pensamientos positivos, autocuidado y vibraciones elevadas parece crear un vínculo indisoluble entre nuestra mente, nuestro cuerpo y la realidad que atraemos.
Este ejercicio te ayudará a elevar tu energía, manifestar intenciones positivas y fortalecer la conexión entre la gratitud y tus pensamientos.
Meditación de gratitud
1- Encuentra un lugar tranquilo donde puedas sentarte o recostarte cómodamente. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces para relajarte.
2- Comienza reconociendo tres aspectos positivos de tu salud que estén funcionando perfectamente en tu cuerpo y da las gracias. Dite a ti mismo en voz alta o en tu mente: "Estoy agradecido por...", completando con las tres cosas que has identificado.
3- Comienza a enfocarte en tu respiración. Inhala lenta y profundamente, visualizando que estás inhalando esa sensación de gratitud, mientras imaginas una luz brillante y cálida que comienza en tu corazón. Esta luz representa la gratitud y la energía positiva que irradias. Visualiza cómo esta luz se expande a medida que repites tus afirmaciones positivas, llenando todo tu ser y creando una vibración de gratitud y bienestar.
4- Con cada respiración, imagina que esa luz se expande más allá de ti, extendiéndose hacia el universo. Visualiza tus intenciones positivas de salud y bienestar fluyendo con esa luz hacia el mundo que te rodea.
5- Ahora, piensa en una parte/función de tu cuerpo que deseas que mejore. Agradece su estado ideal como si ya lo tuvieras y visualízalo como una realidad. Para el Universo no existen imposibles. Y en voz alta o para tí mismo, repite: "Querido Universo, hoy te quiero agradecer por mi...", completándolo con el estado ideal que has identificado.
6- Después de unos minutos, vuelve a tu respiración normal. Toma un momento para reflexionar sobre cómo te sientes ahora en comparación con cuando comenzaste. Observa cualquier cambio en tu estado emocional o físico.
Puedes practicar este ejercicio de respiración de gratitud durante unos minutos cada día para cultivar un estado mental más positivo y fortalecer tu conexión mente-cuerpo.
Estos ejercicios te pueden servir como punto de partida para explorar y fortalecer tu práctica de karuṇā. La reflexión personal puede ser una herramienta poderosa para el crecimiento y el desarrollo de la compasión hacia uno mismo/a y hacia los demás.
Esperamos que disfrutes estos ejercicios y puedas ver cómo la gratitud es una práctica que puede mejorar cualquier área de tu vida.
Con cariño,
Fran y Sarah.
GRACIAS
Si te interesa transformar tu vida día con día, regálate 10 minutos al día para practicar la gratitud. Puedes conseguir tu diario de gratitud aquí:
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